Inclinación 10° y matrícula de honor
¿Cuál es la inclinación ideal para una instalación fotovoltaica? ¿Una inclinación superior a 10° se traduce realmente en mayor producción de energía renovable? Descubrámoslo juntos, con el asesoramiento de nuestra Oficina Técnica.
Comenzamos por la fase proyectual
Son dos los objetivos principales los que hay que tener presentes al realizar una instalación fotovoltaica: que sea productiva y que sea duradera. Si además es también estéticamente agradable, mejor todavía, obviamente.
El primer requisito, la productividad, predomina durante la fase de proyecto, fase en que se define la inclinación ideal. Sun Ballast, gracias a un servicio técnico altamente cualificado, propone una reflexión atenta y detallada sobre el tema, concentrándose en particular en la relación coste/beneficios que deriva de las distintas inclinaciones.
El paso a la energía fotovoltaica, de hecho, es una decisión que hay que ponderar en función de factores ambientales y de ubicación, como la latitud, la inclinación, la orientación, y de factores técnicos referidos al producto mismo como el tipo di módulo fotovoltaico, los inversores o los acumuladores utilizados.
Lo fundamental, por tanto, es que se estudie un proyecto expresamente diseñado, que permita también recuperar la inversión en un tiempo comprendido entre 5 y 10 años.
A menudo, sin embargo, perdura la convicción de que realizar una instalación con mayor inclinación es sinónimo de mayor productividad y, por tanto, de recuperación de la inversión en plazos más rápidos.
¿Pero, estamos seguros de que sea de verdad así?
En realidad, las mayores ventajas se obtienen con inclinaciones que no superen los 10°
La gran variedad de inclinaciones posibles a menudo es fuente de confusión e incertidumbre, siempre en la óptica de alcanzar los estándares máximos de solidez y rendimiento de una instalación.
Para aclararnos las ideas, enumeramos las ventajas de una inclinación de menos de 10°:
- Mayor resistencia al viento, comprobada mediante pruebas de laboratorio en las que se ha alcanzado y registrado una tolerancia a una velocidad del viento de 123 km/h
- Cargas permanentes y contenidas en la cubierta. Esto significa que una inclinación más baja permite limitar la carga sobre la superficie, mientras que con mayor inclinación, se necesitan pesos adicionales para que la instalación resulte más sólida y resistente. Es este un factor a tener en consideración también en caso de controles y normativas sísmicas.
- Optimización de los espacios kW/m2, gracias a la colocación de los paneles más cercanos entre sí, ya que no hay espacios sombreados fijos que haya que evitar a lo largo del día o en algunos meses del año
- Impacto en el paisaje y respeto a los condicionantes paisajísticos.
¿10° o 30°? ¿Cuál es entonces la inclinación ideal que hay que dar al módulo fotovoltaico sobre cubierta plana?
Para demostrar todo lo anterior, nuestra Oficina Técnica ha hecho una comparación entre las distintas inclinaciones que se toman en consideración teniendo en cuenta tres factores: el coste, la productividad y el rendimiento.
Los cálculos se han efectuado mediante InSun (software de elaboración de proyectos que permite establecer la disposición de la estructura, los módulos, los cables y los inversores).
Hemos probado dos instalaciones fotovoltaicas idénticas (con el mismo número de módulos y el mismo número de soportes) sobre la superficie plana de una edificación situada en el Centro de Italia, una con 10° de inclinación y otra con una inclinación de 30°. El resultado nos dice que, en términos de ahorro efectivo y de retorno de la inversión a 15 años, la diferencia entre las dos instalaciones podría ser realmente mínima y no justificar por tanto la elevada relación costes/beneficios que deriva de una inclinación superior a 10°.
Además, entre las muchas ventajas de una inclinación de 10°, hay que recordar que en esta configuración no es necesario dejar entre panel y panel todo el espacio que suele dejarse libre para posibles zonas sombreadas. De este modo, como se puede ver en las imágenes, se tiene más espacio a disposición y pueden añadirse módulos fotovoltaicos adicionales: la misma superficie ofrece así espacio para 10 paneles de generación solar más y permite obtener, en consecuencia, un rendimiento mucho más alto en términos económicos y de producción con respecto a una instalación con 30° de inclinación.
Por último, con una inclinación de 10° se ahorrarían también los costes de los pesos adicionales, necesarios en caso de inclinaciones mayores para aumentar la resistencia al viento y disminuir el riesgo de vuelco de los paneles debido a fenómenos atmosféricos adversos. Para inclinaciones de 30°, de hecho, se han registrado, mediante análisis realizados en el túnel del viento, una resistencia de hasta 88 km/h, es decir, hasta 35 km/h menos con respecto a los 10° de inclinación.
Fíate únicamente de los datos, elige la solución mejor con Sun Ballast
Al final de este análisis podemos decir con certeza que la inclinación es un aspecto de fundamental importancia, que hay que considerar atentamente cuando se decide montar una instalación de generación solar. Por ese motivo, hay que evitar dejarse influir por creencias ya superadas, según las cuales una inclinación mayor se traduce automáticamente en una instalación fotovoltaica más eficiente.
De hecho, hemos demostrado que, a distancia de 15 años de la realización de dos instalaciones idénticas, pero con inclinaciones distintas, la variación de rendimiento es mínima. Y no solo eso: la elección de una inclinación menor se traduce en costes más bajos, en la posibilidad de instalar un número de paneles considerablemente más alto y en un retorno más rápido de la inversión.
Sun Ballast, con su Oficina Técnica, ofrece un servicio de asesoramiento completamente gratuito en fase de elaboración de presupuesto. Un servicio realizado expresamente para cada situación, que ayuda a los clientes y/o proyectistas a orientarse hacia la mejor solución.
Con los datos en la mano, pudiendo contar con las varias décadas de experiencia de Sun Ballast.
